De la atención a la “iluminación” y no tiro porque me toque.
Dicen que la Gestalt es la terapia del “darse cuenta” y coincido con ello. Todo empieza por prestar atención y tomar conciencia. Dejar de alienarnos constantemente por lo que nos llama la atención, y prestar voluntariamente sólo nuestra energía a lo que verdaderamente nos interesa.