Skip links

No tengo tiempo.

¿Cuántas veces no te habrás dicho a ti mism@ no tengo tiempo?

Y ¿Qué es para ti mucho tiempo o poco tiempo? Piensa en ello.

Mi impresión es que hoy en día no tenemos tiempo para vivir. El tren pasa muy deprisa y hay que cogerlo, vaya dónde vaya. La única prioridad es no perderlo.

Triste viaje el nuestro, corremos hacia la muerte sin dar espacio a la vida. ¿Qué me nutre? ¿Qué me importa? Lo siento, no tengo tiempo para ponerme a pensarlo. Pero… ¿Cuáles son tus prioridades, tus valores, tu norte? No sé, pero tengo que seguir para no sentir.

Parar, darnos un espacio para recapitular y pensar de qué va todo esto resulta cada vez más esencial. Sí, lo sé, parece muy básico, es ya una cantinela repetida, pero no deja de ser cierta.

Le hemos puesto incluso una nueva etiqueta “Mindfulness” atención plena a lo que era una verdad ancestral en el zen, pero así suena mejor, se vende mejor, aunque entonces carezca de compromiso, de disciplina, y sólo sea un curso, un taller, un retiro… para poder decirnos “No, si yo ya…” “estoy en ello” como si vivir fuese una asana de yoga, una práctica de un ratillo, y no un modo de entender y vivenciar este largo tiempo que discurre entre llantos.

Cuando la prioridad la marca siempre la urgencia mal asunto. La urgencia acaba por hacernos olvidar la importancia, porque entonces cuando todo es urgente todo es “importante”. Y cuando todo es importante nada es importante.

Últimamente no dejo de repetirme “Tengo prisa por vivir.” Y, aunque resulte paradójico, eso se concreta en ralentizar, en disfrutar del momento, en despreocuparme del tormento que es correr sin atender.

Todos, absolutamente todos los seres humanos, desde el más “importante” al más “insignificante” tenemos días de 24 horas. La clave está pues en qué hacemos con ellas.

Eso tan manido de lo importante no es lo que pasa, sino lo que hacemos con lo que nos pasa, se concreta en el tiempo bajo el lema: “Lo realmente urgente es el presente y no los desvaríos de la mente”

Prestar atención es el mejor antídoto a ser víctima de todo lo que está programado para llamarnos la atención.

Sin criterio no hay sentido, y sin sentido, no hay quien aguante todo lo que ahí hemos metido.

Más Podcasts en Spotify Terapia Existencial

Foto de Martin Adams en Unsplash

 

Leave a comment