No te preocupes.
Nada excita más la preocupación que la insistencia en decirnos que no nos preocupemos. ¿Será por aquello de “Excusatio non petita, accusatio manifesta”? ¿Será por falta de credibilidad, o simplemente por nuestra doliente capacidad anticipatoria negativa? Sea como fuere, la cosa es ¿Cómo podemos dejar